El turismo de montaña y nieve está cada vez más de moda en España gracias a los grandes parajes con los que contamos, la calidad de nuestras pistas de esquí y los pueblos acogedores y llenos de actividad con los que disponemos. Desde Eizasa Hoteles os recomendamos viajar hasta Huesca y descubrir los maravillosos pueblos de La Jacetania.
El Pirineo Aragonés tiene sus cinco pistas abiertas para el disfrute de todos los amantes de la nieve y el esquí. Sin embargo, existen muchas más actividades para pasar unas vacaciones llenas de aventura. Te ofrecemos un hotel en el pueblo de Badaguás con habitaciones familiares para disfrutar con los tuyos de un paraje increíble muy cerca de las principales pistas de esquí. Con el Hotel Real Jaca Badaguás podrás practicar otras actividades de invierno como el mushing, que son trineos tirados por perros; la velocidad de las motos de nieve, realizar rutas por la montaña con raquetas de esquí o incluso construir tu propio iglú.
Las pistas de Astún y Candanchú son dos de las más reconocidas del Pirineo, por lo que alojarte cerca de ellas te evitará perder tiempo de viaje con el coche. Así pues, puedes buscar hotel en Canfranc o en Jaca para desplazarte hasta ellas en menos de media hora.
Todos nuestros hoteles en esta zona disponen de spa para que puedas relajarte y descansar después de pasar el día en la nieve. Te recomendamos nuestro hotel en Canfranc a solo 10 minutos de Candanchú. En el Hotel&Spa Real Villa Anayet podrás disfrutar de una comida deliciosa en nuestro asador con una estancia familiar y agradable en unas instalaciones modernas.
Disponemos de otro buen hotel cercano a las pistas de esquí en Jaca, capital de La Jacetania. En nuestro Hotel Real Jaca podrás relajarte con el circuito de spa y descubrir un pueblo lleno de historia y con un legado monumental valiosísimo.
Situados en Huesca, los pueblos de Jaca y Canfranc disponen de una rica y variada gastronomía en la que el cordero es el plato estrella. Además, Jaca destaca especialmente por sus embutidos y quesos artesanos. La repostería tampoco se queda atrás, pues numerosas pastelerías cuentan con una trayectoria centenaria en la que han conseguido destacar gracias a sus productos artesanos. Así pues, visitar estos pueblos no es solo sinónimo de aventura y emoción, sino también de comer bien con productos de primera calidad.